jueves, 22 de marzo de 2012

Tercios de Flandes: una oscura batalla

Leyendo los "Comentarios a las guerras de los Paises Bajos" de Bernardino de Mendoza he encontrado una oscura batalla de los Tercios de la que no tenía noticia. El autor no le da nombre ni especifica la fecha pero transcurre durante las operaciones del rescate de Mons. Don Fadrique de Toledo, responsable de la infantería en Flandes pone en marcha un ejército para impedir que los hugonotes de Monsieur de Genlis entren en la ciudad para ayuda a sus correligionarios holandeses. El rey de Francia acababa de firmar una de las numerosas paces que concertó en varias ocasiones con sus propios rebeldes protestantes durante las guerras de religión. Los soldados desempleados, como siempre, eran un problema y necesitaban buscar nuevos empleadores por lo que decidieron pasar a los Paises Bajos donde la revuelta contra Felipe II había resurgido. La campaña presenta ciertas curiosidades: el ejército hugonote cuenta con 6000 ó 7000 infantes, todos arcabuceros, más 800 caballos y algunos aventureros, entre ellos más de 300 que habían participado en las pasadas guerras de Francia y  que buscaban obtener cargos en las fuerzas rebeldes de los Paises Bajos. Por su parte, el ejército español cuenta con unos 4000 infantes y poco menos de 1000 caballos entre hombres de armas y caballos ligeros.
Cuenta Mendoza que se hace un escuadrón conjunto con las picas de los españoles y de los valones. Llama la atención está medida porque la doctrina general en los ejércitos de la monarquía española era no mezclar tropas de diferentes naciones en la misma unidad. Pero Mendoza lo justifica por ser pocos los piqueros españoles y novatos los valones.
Muy resumidamente, la batalla comienza con una escaramuza entre los mosqueteros españoles y los franceses que va creciendo con la aportación de nuevas tropas hasta que la batalla queda completamente trabada. En un momento dado los hugonotes avanzan al no ver que los españoles llevan tambén picas y quedan separados de la aldea que les daba cobertura a sus espaldas. La caballería española consigue juntar un grupo de unos 600 lugareños, opuestos a los invasores franceses (esto tampoco era muy habitual puesto que la población de los Estados Bajos fue, generalmente, hostil a los ejércitos españoles) que con útiles agrícolas se lanzan sobre los franceses que sorprendidos por varios lados huyen en diferentes direcciones. Las bajas y los prisioneros franceses son cuantiosas. Entre los capturados se encuentra el dirigente hugonote Monsieur de Genlis que morirá semanas después. Mendoza resalta el valor y la destreza de los hugonotes que pelearon en la vanguardia del ejército francés señalando que suya hubiera sido la victoria si todos los franceses hubieran peleado como los de las primeras filas.
Si alguien conoce alguna fuente más sobre esta batalla que enriquezca la versión de Mendoza agradecería que nos lo comentara.

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